12/06/2006

El madruguete, los tacos de lengua, y la incongruencia.

Sobre la toma (de cervezas)

No, no estoy "ardido" por la toma del poder de Felipe Calderón. A lo mucho, me produjo un asco refinado. Una confirmación de que vivimos en una república de simulación y simuladores. Un teatro de mentiritas.

Debo admitir que el "madruguete político" de las 12 de la noche, cuando Fox y Felipe juntaron a sus "cuatitos" en un salonzucho, con todo el apoyo de la parafernalia mediática, y -simbólicamente- justito después del clásico futbolero (digna comparación con el nivel discursivo de nuestras máximas autoridades), me tomó por sorpresa. De hecho, me dejó boquiabierto. Y de no haber sido porque me encontraba en una cantina fresoide de la colonia Roma, y con el apoyo de unos lindos ojos negros y una cerveza y un tequila, realmente hubiera logrado emputarme.

Ciertamente produjo un barullo curioso: en la cantina, cual en la tribuna del Chivas-América, la gente mentaba madres contra la tele o contra los que mentaban madres. Incluso un gutierritos infernal, con secretaria incluida y corbatita infame, se atrevió a decirle a una chava de las que estaban en nuestra multitudinaria mesa cumpleañera, luego de que esta apagó una de las 18 teles del lugar, mientras Felipito daba su mensaje pregrabado y patético, que era "una pinche puta perredista, que le volviera a prender". Me encantan los defensores del "México en Paz": Siempre tan polite, siempre tan capaces de voltear a ver una de las 17 teles restantes. Siempre tan finos cuando se trata de pedir o de hablar. Claro, con ventitantos cabrones en la mesa, se le hicieron los güevos chiquitos cuando nos levantamos unos cuantos y lo vimos con ojos de "mejor te callas, pendejo". Hasta ahí llega la "valentía" de los doble-moral. Ufanados en lambisconear a Felipito Calderón y su apresurada toma del poder. Todo un teatro mediático para justificar, en caso de haber problemas en el congreso al día siguiente, la "legitimidad" (paupérrima) de su presidencia.


La agenda de Felipe Tulante

Y tampoco me sorprendió la agenda del día de Felipe Calderón, ni la mesura de la marcha perredista. AMLO dijo, por primera vez desde que lo escucho, las cosas más sensatas y ecuánimes que le he escuchado. Nunca lo percibí como un buen líder hasta la mañana del primero de diciembre, en la que, sin invitar a la gente a la violencia, habló del México de contrastes en el que vivimos y de la encomienda social para poner siempre el dedo en la llaga, y dejarle claro a este 35.8% de ignorantes con bandera de listos, que México no es de ellos, y que la deuda social está con los marginados. Muy simbólico detenerse una cuadra antes de las vallas que -inconstitucionalmente- se habían colocado en los terrenos legislativos. Fuerzas del ejecutivo que, pasándose por los tompeates la ley de este país y la división de poderes, no permitieron que el reclamo ciudadano llegara hasta la mismísima cara de Felipe Tulante.


No es de extrañar, tampoco, que la agenda del primer día de Felipe Calderón como presidente (espurio) de México haya sido lo que fue: Actos constitucionales y apariciones mágicas en la cámara, luego una reunión con panistas (imbéciles) en el Auditorio Nacional (vanagloriemos al presidente CaldeRRon), y luego, por si fuera ligeramente más parcial y patético, comida con empresarios (hora de vender el país, las nalgas, y agradecer por el apoyo que le dieron a la campaña de lodo y estupideces). Por último, una suntuosa cena en el Castillo de Chapultepec, donde todas estas finísimas personas se retacaron de artículos suntuarios mientras afuera, en el país que ahora "gobernarán", 50 millones de personas apenas tienen para tortillas, chile y -a veces- frijoles. Muy simbólico, señor presidente.


Sobre el rebase "por la izquierda". O como diría la Rayuela, "fintar con la izquierda para golpear con la derecha".

Y a unos cuantos días del titubeante comienzo, Felipito ha decidido "adoptar" (muy mediáticamente, claro) distintos planes de la propuesta lopezobradorista, empezando por la muy atacada -en campaña- medida de Austeridad Republicana. Eso sí, sólo se recortarán el salario un 10%, que con el aumento de año nuevo seguramente quedará bien balanceado. También se deshizo del "Águila Mocha" para "simbolizar el comienzo de una presidencia nueva y de otra manera de hacer las cosas".

El mexicano promedio debe ser imbécil (ni debiera dudarlo) si de verdad cree que, por un mero cambio en la iconografía, todos los funcionarios del foxismo que repetirán cargo o tendrán uno nuevo en este sexenio también habrán de "cambiar". República de simulaciones. República de slogans. República de comemierdas.


Sobre las pocas cosas rescatables de entre tanto lodo

Desde luego el nacimiento y la comprobación de que existe y existe gracias a la sociedad civil, todo un movimiento ciudadano e ilustrado que promete ser lo que el país ha necesitado por muchas décadas. Y que no es necesariamente lopezobradorista, pero definitivamente de izquierda. Un movimiento de gente que, montada en los privilegios que le ha provisto la educación y la clase media o alta, no se dedica a taparse la nariz ante los problemas o a repetir estupideces como "Pinches nacos, por qué no mejor trabajan". Un movimiento de gente real, con conciencia social. Porque uno no escoge dónde nacer, pero sí en dónde quiere vivir.

Es así que lo único bueno de todo este latrocinio y esta usurpación de la inteligencia, es que ha crecido a niveles insospechados la participación social en los temas políticos. Bloggers, escritores, empleados, estudiantes, intelectuales, provenientes de todas las clases sociales y con la certeza en los puños, están decididos a participar y hacerse escuchar. A perseguir a estos ladrones sin cultura y sin escrúpulos durante los próximos seis años.



Sorpresas de la semana:

* Me sigue sorprendiendo que la gente considere a los panistas y a los priístas como algo distinto. Intereses similares, métodos iguales, estupidez comparable, deshonestidad comprobada. ¿No era el PRD el que era como el PRI? Yo no veo ningún perredista en el gabinete. Sólo yunque y PRI, yunque y PRI.

* Me sigue sorprendiendo que la gente considere "listo" e "inteligente" a Calderón y sus secuaces. Desprecia la cultura, es casi igual de ignorante que Fox y tiene el apoyo de...Chespirito y el Kikín. Eso es un presidente ilustrado y no mamadas.

* Me sorprende que la campaña de desprestigio contra el PRD continúe. Lo único que no saben es que los números volverán a subir en cuanto los "resultados" sigan aflorando. Y que el 34% de la gente sigue creyendo en el fraude electoral.

* Me sorprendió la diputada del PAN (o más bien no me sorprendió) gritando en la máxima tribuna de la nación "Pinches Muertos de Hambre". ¿Desde cuándo "muerto de hambre" se puede usar como insulto? ¿Cuándo se les olvidó lo políticamente correcto a los políticos que más creen en la doctrina católica? ¿Por qué demonios nadie denuncia esa hipocresía?





Y eso me tomo la libertad de denunciar aquí. Y de darles la bienvenida, nuevamente, a todos los que lean esta pequeña contribución.


Salud.